Un espectáculo de luces cósmicas ha capturado la atención global. Cielos que usualmente permanecen oscuros en diversas latitudes alrededor del mundo, se tiñeron de auroras boreales; colores vibrantes y asombrosos. El fenómeno marca un evento histórico: la llegada de una tormenta solar severa, catalogada en el nivel G4, la más intensa que experimentamos en décadas. Este poder desatado por nuestra estrella ha empujado las auroras boreales a latitudes inusualmente bajas, permitiendo avistamientos desde el norte de México y Estados Unidos, pasando por Canadá, hasta extensas regiones de Europa. El evento cósmico comenzó con una Eyección de Masa Coronal (CME) poderosa, cuando el Sol disparó una nube gigantesca de plasma y partículas cargadas directamente hacia la Tierra.
¿Qué es exactamente una tormenta geomagnética y por qué vemos las auroras boreales?
Para comprender completamente este evento, resulta fundamental entender la interacción dinámica entre el Sol y nuestro planeta. Una tormenta geomagnética representa una perturbación importante y temporal del campo magnético terrestre (la magnetosfera). El motor de estas tormentas es el Sol.
Una Eyección de Masa Coronal (CME) constituye una explosión masiva de plasma solar y campos magnéticos que se lanza al espacio a velocidades asombrosas, a menudo superando los 1,700 kilómetros por segundo. Cuando una de estas nubes de plasma se dirige directamente hacia nuestro planeta, impacta el campo magnético terrestre.
Así es como una #TormentaSolar forma las #AurorasBoreales, la interacción entre las partículas expulsadas por el Sol y el choque con el campo electromagnético de la tierra en sus polos 🌎 pic.twitter.com/f3tvuaETEa
— 𝕃𝕦𝕔𝕙𝕠 (@luis_stagram) November 12, 2025
Imagina que la Tierra posee un escudo protector invisible: su poderoso campo magnético. Cuando las partículas solares cargadas eléctricamente llegan a gran velocidad, este escudo desvía la mayor parte del flujo. Sin embargo, no las bloquea por completo, sino que las canaliza eficientemente hacia las regiones polares del planeta, tanto hacia el Polo Norte (donde crean la aurora boreal) como hacia el Polo Sur (generando la aurora austral). Esta redirección de energía convierte el choque potencialmente destructivo en un espectáculo de luz.
Lee más de dos puntos: Hayley Baylee: ¿Se divorció de Matt Kalil por tener un miembro demasiado grande?
¿Cómo se clasifican las tormentas solares y qué implica el nivel G4 ‘Severo’?
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) clasifica las tormentas geomagnéticas mediante una escala que va desde G1 (Menor) hasta G5 (Extrema), ofreciendo un sistema de alerta crucial para los operadores de infraestructuras críticas. La tormenta actual alcanzó el nivel G4, o «Severo», indicando una intensidad significativa y consecuencias potenciales considerables.
#Ciencia | Se registra fuerte tormenta geomagnética nivel G3, tras potente llamarada solar.
— El Mensajero de Puebla (@MensajeroPuebla) November 12, 2025
▪️ @NWSSWPC prevé que continúe sobre un nivel G4 a lo largo de este día. Auroras boreales han sido perceptibles incluso en la zonas del sur de Estados Unidos. pic.twitter.com/TBiUupwULq
Una tormenta de nivel G4 implica perturbaciones generalizadas del campo magnético. En términos tecnológicos, esto representa una amenaza real para varios sistemas. Puede generar problemas generalizados de control de voltaje en las redes eléctricas y provocar fallas en los sistemas de navegación por satélite (GPS). Además, el fenómeno intensifica las Corrientes Geomagnéticamente Inducidas (GICs) en las líneas de transmisión, poniendo en riesgo la estabilidad de las redes de energía y, en casos extremos, dañando transformadores vitales.
El Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) emite una alerta G4 con muy poca frecuencia. El hecho de que se emitiera esta advertencia enfatiza la seriedad del evento, marcándolo como uno de los más potentes observados durante el actual ciclo solar, un periodo de aproximadamente 11 años donde la actividad del Sol varía desde un mínimo hasta un máximo.
¿Cómo interactúan las partículas solares con la atmósfera para crear el fenómeno de las auroras boreales?
El nacimiento de la aurora boreal, o «luces del norte», ocurre cuando las partículas solares canalizadas hacia los polos chocan contra los gases de nuestra atmósfera, a cientos de kilómetros de altura. Estas colisiones transfieren energía a los átomos y moléculas atmosféricas, un proceso que los científicos describen como «excitación».
Cuando estos gases excitados regresan a su estado normal de energía, emiten luz. El color que observamos depende directamente del tipo de gas atmosférico involucrado y de la altitud a la que ocurre la colisión:
- Verde y Amarillo-Verde: El color más icónico de la aurora. Lo produce el choque con átomos de oxígeno a altitudes más bajas, típicamente alrededor de 100 a 300 kilómetros.
- Rojo: Generado por colisiones con átomos de oxígeno a altitudes mucho mayores (superiores a 300 km). Este tono rojo, menos frecuente, se hace más visible durante tormentas severas, a menudo apareciendo en los bordes superiores de las cortinas de luz.
- Azul y Púrpura: La interacción con el nitrógeno produce estos tonos rojizos y púrpuras, generalmente a alturas variables y mezclándose con el rojo del oxígeno en el borde inferior de la cortina.
Una tormenta solar provocó auroras boreales en gran parte de EE.UU. Así se observó el fenómeno en Kansas.
— Joaquín López-Dóriga (@lopezdoriga) November 12, 2025
📸Regina Salazar Méndez
Más en https://t.co/BjdELZkpfR pic.twitter.com/i615htwzNE
¿Por qué fue posible ver auroras boreales en lugares inusuales como México y Europa?
La visibilidad de las auroras boreales depende de la intensidad de la tormenta solar geomagnética. Normalmente, estos fenómenos se restringen a las regiones de alta latitud, conocidas como el óvalo auroral (cerca del Ártico y la Antártida).
Sin embargo, la intensidad de la reciente tormenta solar de clase G4 amplió drásticamente el óvalo auroral. Este evento masivo de plasma solar empujó el campo magnético terrestre con tanta fuerza que el fenómeno se expandió significativamente hacia el ecuador, permitiendo avistamientos históricos.
Impresionante belleza natural.
— Jesús Rubén Peña (@revistacodigo21) November 12, 2025
Auroras boreales multicolores han sido vistas hoy en Texas (video); Ciudad Juárez, Chihuahua y Zacatecas, entre otras entidades.
También en Europa, Asia, tras una tormenta geomagnética por fuerte eyección solar.#AuroraBoreal
📸Especial/Redes pic.twitter.com/bcEAGAFoG7
En América del Norte, esta expansión llevó las auroras a latitud 45° y, en algunos casos, incluso a 40° de latitud geomagnética. Esto permitió que las luces púrpuras y rojizas se vieran claramente en el norte de México (en estados como Baja California, Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Nuevo León y Zacatecas) y en gran parte de Estados Unidos. De manera similar, en Europa, el evento permitió avistamientos en naciones con latitudes inusualmente bajas, incluyendo el Reino Unido, Francia e Italia, una ocurrencia extremadamente rara que solo sucede durante los eventos geomagnéticos más severos.
La visibilidad en estas latitudes bajas confirma la clasificación «Severa» del evento y destaca el poder con el que la Eyección de Masa Coronal golpeó el escudo protector de nuestro planeta.
Checa contenido de dos puntos que podría ser de tu interés: Pachuca mueve sus piezas: Esteban Solari se perfila como el nuevo entrenador del club
¿Cuáles son los riesgos reales y los efectos tecnológicos de una tormenta solar de clase G4?
Aunque el espectáculo de luz domina la conversación, las tormentas G4 imponen desafíos serios a nuestra sociedad dependiente de la tecnología. Los efectos no son solo visuales; representan una amenaza para la infraestructura crítica global.
Los principales riesgos provienen de las Corrientes Geomagnéticamente Inducidas (GICs). La variación rápida del campo magnético terrestre durante una tormenta induce campos eléctricos que generan estas GICs en cualquier conductor largo y metálico, como oleoductos, gasoductos y, lo más importante, líneas de transmisión eléctrica de larga distancia. Estas corrientes parásitas saturan los transformadores, provocando sobrecalentamiento y, en el peor de los casos, fallas permanentes que pueden desencadenar apagones masivos y prolongados.
Históricamente, el «Apagón de Quebec» en 1989 demostró la vulnerabilidad de las redes eléctricas, dejando a millones de personas sin energía durante horas. Una tormenta G4 actual, aunque menos extrema que el evento de 1859 (el «Evento Carrington»), amenaza sistemas más complejos y entrelazados.
🌌 Tormenta solar extrema ilumina el planeta ⚡️
— Becky Reynoso (@BeckyReynoso) November 12, 2025
Una tormenta solar de categoría G4 —una de las más fuertes registradas en los últimos años— impactó este miércoles el campo magnético de la Tierra, provocando auroras boreales visibles en latitudes inusuales.
La NOAA… pic.twitter.com/YXEkAREc8d
Además de la energía, una tormenta solar afecta:
- Comunicaciones y Navegación: Interrumpen las señales de radio de alta frecuencia (HF) utilizadas por el transporte aéreo y marítimo. Además, introducen errores significativos en los sistemas de posicionamiento global (GPS) y la navegación por satélite, afectando desde la agricultura de precisión hasta la aviación comercial.
- Satélites en Órbita Baja: El calentamiento de la atmósfera superior debido a la energía solar aumenta la fricción atmosférica, o «arrastre», sobre los satélites en órbita baja. Esto obliga a los operadores a consumir combustible adicional para mantener la trayectoria de sus satélites, acortando su vida útil o, en casos graves, causando su caída.