La historia de la Guerra de Bosnia y el brutal sitio de Sarajevo (1992-1996) nos entrega uno de los capítulos más oscuros y extensos de la historia moderna europea. Más allá del conflicto militar y la limpieza étnica, una verdad escalofriante resurge desde hace treinta años: la existencia de los llamados «safaris humanos». Ciudadanos occidentales, en su mayoría italianos adinerados, presuntamente viajaron a la zona de conflicto para pagar a las milicias serbobosnias y disparar a civiles indefensos por pura diversión. Ahora, la Fiscalía de Milán actúa con determinación, abriendo una investigación por homicidio voluntario agravado. Este proceso no solo busca justicia para las víctimas de la capital bosnia, sino que también pone el foco sobre la perversa mercantilización de la muerte en la guerra.
¿Qué son exactamente los “safaris humanos” de Sarajevo y en qué consistieron?
El término «safaris humanos» define una práctica macabra de «turismo de guerra» que se desarrolló durante el asedio de Sarajevo. Consistía en la organización de viajes ilícitos, dirigidos a personas acaudaladas, con una fascinación insana por las armas y la violencia, y que buscaban la adrenalina de cazar. Pero, a diferencia de la caza deportiva, el objetivo de estos safaris era exclusivamente la población civil atrapada en la ciudad. Milicias serbobosnias facilitaban el acceso de estos turistas a posiciones estratégicas en las colinas que rodeaban Sarajevo, desde donde los clientes, actuando como francotiradores, disparaban impunemente contra mujeres, niños y ancianos que intentaban sobrevivir en el sitio de Sarajevo.
¿Cómo funcionaban estos macabros viajes de “turismo de guerra”?
Los detalles que salen a la luz sobre la logística de estos viajes resultan absolutamente estremecedores. La información, inicialmente revelada por el diario italiano La Repubblica y confirmada por la investigación en curso, indica una red organizada que gestionaba el transporte, el alojamiento y el acceso a las armas y los blancos. Los turistas, que presuntamente volaron con la aerolínea Aviogenex, pagaban cifras astronómicas por un día de esta aberrante «diversión».
Se estima que los participantes abonaban hasta 100.000 euros por jornada. Además, existía un tarifario de la crueldad: el precio variaba según la víctima que deseaban asesinar. Disparar a niños resultaba significativamente más caro, un detalle que subraya la depravación y la crueldad de los motivos que impulsaban a estos turistas de guerra. Los pagos garantizaban que los clientes se posicionaran en zonas seguras controladas por los serbobosnios, otorgándoles una vista privilegiada de la «zona de caza» sin riesgo alguno para ellos.
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¿Por qué Italia investiga crímenes cometidos hace más de 30 años en Bosnia?
La apertura de la investigación por la Fiscalía de Milán más de tres décadas después del conflicto obedece a la naturaleza imprescriptible del delito y a la jurisdicción italiana sobre crímenes cometidos por sus ciudadanos. La justicia italiana aplica el principio de territorialidad y gravedad, permitiendo perseguir crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, incluso si ocurrieron en el extranjero. El fiscal Alessandro Gobbis, a cargo del expediente, imputa el cargo de homicidio voluntario agravado por motivos abyectos y crueldad, una clasificación legal que impide la prescripción de los hechos en el tiempo.
La investigación se inició gracias a la denuncia presentada por el escritor italiano Ezio Gavazzeni y los abogados Nicola Brigida y Guido Salvini. Gavazzeni, quien lleva años investigando el tema, ha aportado documentación y testimonios que, según afirma, demuestran que los safaris humanos de Sarajevo no fueron una «leyenda urbana», sino una realidad orquestada y documentada. El trabajo de estos denunciantes ha proporcionado a la justicia italiana evidencias que permiten la identificación de los presuntos responsables, reabriendo así una herida histórica en Bosnia-Herzegovina y en Europa.
¿Qué alcance tienen las acusaciones y quiénes participaron en los “safaris de la muerte”?
La investigación no solo involucra a ciudadanos italianos. Aunque la mayoría de los acusados hasta ahora son de esta nacionalidad, los testimonios sugieren la participación de individuos de otras naciones occidentales, incluyendo franceses, británicos, suizos y estadounidenses. Los perfiles de los participantes identificados preliminarmente corresponden a hombres adinerados, con una profunda afición por las armas.
Un elemento crucial que destaca la prensa italiana es el vínculo de algunos implicados con la ultraderecha italiana y movimientos neofascistas, los cuales manifestaron un abierto apoyo a la causa serbobosnia durante la guerra de Bosnia. Esta conexión ideológica proporcionaba una base racista e islamófoba para justificar el asesinato de civiles bosnios musulmanes, a quienes veían como «enemigos de la civilización occidental», convirtiendo el crimen en un acto con un tinte ideológico además de perverso. El hecho de que la organización de estos viajes comenzara en territorio italiano otorga a la Fiscalía de Milán la plena capacidad legal para llevar el caso a juicio.
¿Cuál fue la magnitud del asedio de Sarajevo y por qué se le conoce como un crimen de guerra?
El asedio de Sarajevo representa el cerco a una capital más largo en la historia moderna, extendiéndose desde abril de 1992 hasta febrero de 1996. Las fuerzas serbobosnias, lideradas por figuras posteriormente condenadas por crímenes de guerra y genocidio como Radovan Karadzic y Ratko Mladic, rodearon la ciudad desde las colinas. Desde allí, sometieron a los habitantes a un bombardeo constante de artillería y a los disparos de francotiradores, quienes atacaban a cualquier civil que se moviera.
La ciudad se transformó en una trampa mortal, donde la vida diaria se convertía en un acto de heroísmo. Calles como la «Meša Selimović», tristemente apodada el «callejón de los francotiradores«, se hicieron famosas por su extrema peligrosidad. Los residentes corrían entre edificios, buscando agua o alimentos, sabiendo que se exponían a ser blanco de un tiro por parte de un soldado o, lo que resulta más indignante, de un turista pagado.
¿Cuántas víctimas dejó el asedio de Sarajevo por francotiradores?
Las cifras del sitio de Sarajevo son impactantes. Durante los casi cuatro años que duró la Guerra de Bosnia, más de 11.500 personas perdieron la vida, y más de 50.000 resultaron heridas. Los civiles constituyeron aproximadamente el 85% de las víctimas mortales.
Una parte significativa de estas muertes se atribuye a los francotiradores apostados en las alturas durante la Guerra de Bosnia. Se estima que al menos 225 de las muertes fueron directas de francotiradores, incluyendo alrededor de 60 niños. Sin embargo, el impacto total es mucho mayor, ya que los «safaris humanos» contribuyeron a la muerte de miles de hombres, mujeres y adultos mayores. El Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia condenó a los líderes serbobosnios por estos crímenes de guerra, confirmando que el asedio de Sarajevo constituyó un plan deliberado para aterrorizar y diezmar a la población civil.
La investigación italiana, treinta años después de la guerra, busca asegurar que aquellos que pagaron por la vida de un ser humano para satisfacer un impulso sádico también enfrenten la justicia, cerrando así un capítulo de horror que la historia no debe olvidar.
