Es usual que los gobiernos sean acusados de “crear montajes” o de fabricar la realidad.
En varias partes del mundo suele ser exagerado, pero en México parece ser el pan de cada día, como lo ejemplifica el caso del asesinato del ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Héctor Melesio Cuén.
Puntos Clave
- Hector Cuén fue rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa y fungía como diputado.
- Existen muchos casos documentados de montajes en México, como el de La Paca, o Florence Cassez.
- Carlos Salinas de Gortari y Andrés Manuel López Obrador tienen en común haber sido acusados de asesinos.
¿Qué pasó?
Es innegable que la violencia está desatada en el norte de México. Uno de los principales desafíos a los cuales se enfrenta la nueva administración del país es enfrentar al crimen organizado de manera efectiva.
Quizás, un inicio de esto se puede ver en las acciones de la Fiscalía General de la República (FGR), que acaba de contradecir lo «investigado» por la Fiscalía de Sinaloa.
Esta discrepancia se centra en lo que muchos han llamado “un montaje”.
Concretamente, la FGR se refiere al video dado a conocer por la autoridad estatal en el que, se supone, que se puede observar a Hector Cuén (o su camioneta) siendo asesinado, aunque, gracias a una investigación más profunda y las declaraciones de Ismael “El Mayo” Zambada a través de una carta que firmó desde la cárcel, hoy se sabe que el político no fue atacado ahí, sino en otro sitio.
Y que este video fue armado para tratar de explicar su fallecimiento como un simple «asalto».
La situación se ha complicado bastante y parece que la situación se va a volver más compleja antes de que sepamos todos los detalles. Por ejemplo, la fiscal estatal de Sinaloa, que estaba encargado de este caso, ha decidido renunciar al cargo.
Otros grandes casos de la política Mexicana
Pese a la gravedad de estos asuntos, no es la primera vez y dudamos mucho que sea la última. Hay una gran variedad de casos, pero el más controversial de todos tiene que ser el de Florence Cassez.
Este video constituye lo que hoy sabemos que es un montaje, esto no sucedió realmente, si no que se trata de una recreación generada por la Agencia Federal de Investigación (AFI), en aquel momento comandada por Genaro García Luna, quien acaba de ser sentenciado por colusión con el crimen organizado.
Supuestamente, esto solo tuvo como fin que los medios de comunicación pudieran mostrar algo a la televisión.
En realidad, estas personas ya habían sido detenidas unos días antes. El caso desde ahí solo se vuelve más complicado. Ya que después de que Florence fuera acusada y llevada a prisión se desató un incidente diplomático de gran escala entre México y Francia.
El caso de La Paca
Otro escándalo muy especial por una variedad de motivos: incluye intriga política, asesinato y brujería.
Tres elementos que harían de una buena película o en este caso, un buen montaje. La historia comienza con el asesinato de José Francisco Ruiz Massieu, un político mexicano de gran importancia durante los años 80 y 90.
Su muerte causó que la policía se movilizara y atrapará rápidamente a su asesino. Aunque esto no clarificó la situación en lo absoluto.
El asesino pronto señalo al asesinato como un complot político, orquestado por un gran número de personajes de la política mexicana entre los que uno de ellos -en particular- llamaba la atención por estar desaparecido: Manuel Muñoz Rocha.
Finalmente entra Francisca Zetina, “La Paca”, a la historia, puesto que ella era famosa por ser vidente. Llegó a las autoridades ofreciendo llevarlos a donde se encuentran los restos de Manuel Muñoz Rocha.
Las autoridades estuvieron de acuerdo con esto, y al llegar al lugar indicado… encontraron los huesos.
Sin embargo, las investigaciones siguientes demostraron que estos no le pertenecían al político desaparecido, sino a uno de los parientes de “La Paca”.
Pronto el teatro se cayó y “La Paca” fue arrestada por realizar el montaje. Oficialmente por “sembrar restos humanos” y “alterar evidencia”.
Durante futuras entrevistas, ella afirma que fue víctima de otro montaje, en el que las autoridades buscaban que una sola persona se llevara la culpa por el asesinato de Manuel Muñoz Rocha, cuyo asesinato jamás fue resuelto.
El asesinato de Jorge Mercado y Javier Arredondo
Uno de los casos más importantes para México, ya que relata la historia de dos jóvenes estudiantes Jorge Mercado y Javier Arredondo.
Estos fueron asesinados por elementos de las fuerzas armadas mexicanas. Sin embargo, tratando de evitar los señalamientos, los soldados fueron caracterizados por como sicarios que estaban “armados hasta los dientes”.
Esta frase que se volvió tan popular que se convirtió en el nombre de un documental sobre este suceso.
Aunque la verdad ha salido -más o menos- a la luz, los familiares de los estudiantes aún buscan que se haga justicia.
La verdad histórica de Ayotzinapa
Aunque este término ha crecido y se ha vuelto sinónimo con el encubrimiento de la verdad y las versiones oficiales de gobernantes, tiene su origen con el caso Ayotzinapa, cuando 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” fueron desaparecidos en septiembre de 2014.
Y a ciencia cierta eso es lo único que está seguro 10 años después.
Aunque hay indicios del involucramiento de las autoridades -particularmente del Ejército-, nunca se pudo llegar a un consenso de lo ocurrido ese día. Sin embargo, poco después de los hechos surgió la llamada “verdad histórica”, como una serie de explicaciones que buscaban darle sentido a los hechos. Claro, alejando al gobierno de la responsabilidad.
La llamada “Verdad Histórica” hoy en día es considerada un montaje más, ya que esta simplemente es irreconciliable con los hechos verificados posteriormente.
Los casos no políticos
Monchito y Frida Sofia
Durante el terrible terremoto de 1985 que azotó a la Ciudad de México, una gran cantidad de gente murió cuando varios edificios se derrumbaron.
Uno de estos casos fue el de un niño se vio atrapado bajo los escombros y a quienes los medios de comunicación y sus familiares le decían «Monchito».
En un caso prácticamente idéntico, en el temblor de 2017, un colegio de nombre “Rebsamen” colapsó, dejando muertos, la mayoría alumnos. Aunque, Frida Sofía consiguió sobrevivir.
Algo más en común que tienen estos casos, es que nunca sucedieron.
Aunque fueron reportados por los medios de comunicación en repetidas ocasiones, los hechos y la evidencia apuntan a que nunca existieron ni Monchito ni Frida Sofía.
Sin embargo, algunas personas aún se aferran a decir que fueron reales y que la realidad fue encubierta. Ya sea que el montaje sea para encubrir de un lado o del otro, estos casos siguen siendo de los más recordados de todos los tiempos.
Paulette Gebara Farah
Este caso ha fascinado a los medios de comunicación y los fans del crimen real. La historia empieza con Paulette Gebara Farah, una niña que nació de manera prematura y sufría de una discapacidad motriz y del habla. Sin embargo, era capaz de llevar una vida bastante completa.
Hasta que desapareció una mañana.
Sus padres la buscaron por todas partes, también la nana y pronto medio mundo, ya que el caso se volvió extremadamente viral -antes de que existieran las redes sociales-; sin embargo, a los pocos días fue encontrada muerta, en la misma cama en la que se había ido a dormir un día anterior.
Parecía estar escondida en un pequeño espacio entre el colchón y la madera del mueble. Lo cual causó una enorme cantidad de interrogantes.
De primera mano, sus padres fueron señalados como posibles culpables. Aunque ahora ambos se encuentran libres, ellos también han sufrido por los señalamientos. Lo malo es que ambos se señalan mutiamente como los responsables.
Conspiraciones
Aunque de los anteriores estamos seguros que se trata de un montaje, lo que sigue son absolutamente unas teorías conspirativas.
Aunque se trate de una cosa bastante entretenida, es importante diferenciar entre la verdad, el montaje y la mentira.
Uno de estos casos fue el del expresidente Carlos Salinas de Gortari.
Durante varios años fue señalado como asesino de la sirvienta que atendía en su hogar. Esto cuando tenía solo 4 años de edad, al encontrar el rifle de su padre, decidió jugar a la guerra con su hermano.
Esto llevó a la muerte accidental de una de las sirvientas, cosa que llevó a la familia a ocultar la verdad.
Otro expresidente al que le suponen sangre en sus manos es a Andrés Manuel Lopez Obrador, que de acuerdo a las leyendas, le disparó por accidente a su hermano Ramón, cuando tenía 15 años de edad.
Y tú, ¿crees que los gobiernos sigan encubriendo crímenes con «montajes» como el de Cuén? Esperamos tu opinión en los comentarios.
