¿Cuál es el misterioso placer que convierte a un adolescente, en asesino?
Acompaña a Mack Estrada a explorar la historia de Matías Cerón, el homicida serial más joven de Mendoza, Argentina.
Apodado El Morocha, la historia de Matías es una de crimen familiar, donde todos sus integrantes disfrutaban dedicarse a la delincuencia.
Sus padres, hermanos y tíos fueron de los criminales más peligrosos de su tiempo.
Lo más impresionante de El Morocha es lo joven que era cuando inició su carrera criminal.
A los 15 años, Matías ya era considerado todo un veterano y perseguido por la policía debido a los violentos asaltos y asesinatos que había cometido.
Fue entonces cuando cometió el crimen que lo lanzaría a la fama.
Se dice que El Morocha estaba intentando robar una casa, a la que consiguió entrar en la madrugada sin que nadie se diera cuenta.
Quizás pensó que no habría nadie, pero la familia se despertó.
Otros aseguran que estaba teniendo relaciones sexuales con su novia, la hija de la familia, cuando fue sorprendido dentro de la casa.
Cualquiera que fuera el caso, El Morocha entró en pánico, y sin saber que hacer tomó de rehén a la joven.
La situación se salió de control: la policía llegó y se inició una situación muy tensa que se alargó 5 horas con la rehén encañonada.
La madre y el abuelo le rogaron que dejara escapar a la joven.
En lugar de eso, El Morocha siguió apuntándole y sacó una granada, amenazando a matar a todos en la casa si no lo dejaban huir.
Fue en ese momento que un francotirador consiguió acertar el tiro perfecto: la bala impactó la muñeca de El Morocha.
Inmediatamente fue rodeado por policías y aprehendido.
Ya que solo tenía 15 años, recibió atención médica y llegó a una correccional de menores.
Ustedes se preguntarán, ¿por qué le decían El Morocha?
Esta es la historia de cómo consiguió su apodo:
Una vez sus heridas sanaron, aprovechó un error de los guardias para escapar.
Según la leyenda, se disfrazó de mujer y evadió a los policías.
De allí su nombre: solo vieron salir a una morocha guapa de entre las celdas, que a nadie llamó la atención cómo había entrado.
La carrera delictiva de nuestro protagonista llegó a su fin cuando tenía 18 años.
Para entonces ya se le buscaba por 6 asesinatos y una enorme cantidad de asaltos.
A altas horas de la noche una pareja casada regresaba a su casa, cuando tuvieron el infortunio de cruzarse con El Morocha, quien los asaltó.
Un buen samaritano llamó a la policía, que llegó justo a tiempo para ver a El Morocha escapar por los tejados.
Uno de los policías disparó ágilmente, y El Morocha cayó herido en la ingle. Esta vez jamás se levantó.
Hoy se le recuerda como uno de los asesinos más sanguinarios de Argentina, y el delincuente más joven de la historia de Mendoza.
La historia de Matías Cerón, El Morocha, nos hace cuestionarnos, ¿Cuál es el misterioso placer que convierte a un adolescente en asesino?