Existe un pequeño pueblo rural en Japón, llamado Ichinono.
Allí viven una pequeña cantidad de familias que están conformes con su tranquilidad. Sin embargo, las calles están llenas de muñecos vestidos como si fueran miembros de la sociedad. Aunque suene a una película de terror, es la realidad que se ve en muchas partes de Japón.
Puntos Clave
- Japón se enfrenta a un problema de natalidad muy grande.
- En 2024, podrían nacer menos de 1 millón de personas.
- En Ichinono la mayoría de los residentes son mayores de 65 años.
¿Qué pasó?
Un pueblo rural de Japón donde hay más títeres en las calles que habitantes suena a una de las mejores películas de terror del año. Sin embargo, esto es verdad.
Se trata del pueblo de Ichinono, una de las víctimas de los problemas de población que sufre Japón.
Probablemente algo similar ha sucedido en el país donde tú vives. A este fenómeno se llama “despoblación rural”, ocurre cuando las personas jóvenes de las áreas rurales se mudan a las grandes ciudades para conseguir mejores oportunidades, ya sea escolares o laborales.
Aunque esto ocurre en muchos países, Japón sufre de gran manera de ello. Ya que además, en los últimos años ha experimentado una gran reducción en los nacimientos que ocurren en el país. Todo esto pone a este tipo de poblaciones rurales en riesgo de desaparecer.
Aunque sentimos por la población, también hay que reconocer que caminar por allí de noche debe de ser una experiencia al menos un poco aterradora.
Japón y los títeres
Ichinono no es el único lugar en el que sucede esto. El primer lugar del que sabemos que algo similar ha ocurrido es en la población de Nagoro, donde la artista Tsukimi Ayano ha comenzado a recrear a los viejos residentes, a la vez que otros miembros de su familia. Allí las muñecas ya han superado por bastante a los pobladores.
Esto ha convertido a esta población en un lugar turístico, por lo que es poco probable que este lugar en específico desaparezca. Sin embargo, esto sucede en todos lados, pero no todos los sitios deciden colocar reemplazos para las personas que ya no están allí.
Un rayo de esperanza
Aunque este tipo de poblaciones están en riesgo de desaparecer, el problema es bien conocido. Por lo tanto una gran cantidad de soluciones han sido propuestas para resolverlo. Este pequeño rayo de esperanza, ha tomado la forma del primer niño en nacer en varias décadas.
Su nombre es Kuranosuke Kato, que es hijo de una pareja que recientemente se ha mudado al pequeño poblado. Este ha sido llamado “el orgullo de Ichinono” por otros pobladores, que no habían visto a un niño en décadas.
Sus padres creen en las virtudes de vivir en una pequeña población rural, como convivir con un pequeño grupo de gente que conoces bien, en vez de una gran ciudad llena de caras desconocidas. Además, es posible gracias a empresas con la voluntad de realizar trabajo desde el hogar, que les permiten trabajar desde su nuevo hogar.
Y tú, ¿crees que es una buena solución o te daría terror caminar por las calles de este pueblo? Cuéntanos en los comentarios.
