Una serie de estudios recientes han revelado que la amenaza de los microplásticos se encuentra en todas partes. Incluso en las inocentes bolsas de té que algunos beben todos los días.
Puntos Clave
- Se estima que los orígenes del té se encuentra en China en los 2737 AC.
- La evidencia física de personas tomando té más antigua se remonta a 57 AC.
- A partir del comercio con China la costumbre de tomar té se extendió al resto del mundo.
¿Qué pasó?
Tomar té, de manera tradicional, es un proceso increíblemente laborioso. Sin embargo, no muchos lo toman de manera tradicional, esto gracias a la invención de las bolsitas de té. Que han hecho el proceso de disfrutar del té mucho más sencillo. Sin embargo, de acuerdo a un estudio reciente, no solamente son buenos para hacer un té rápido.
El problema de salud que el mundo tiene en la mira en este momento son los microplásticos. Ya que la idea de tener millones de partículas de plástico en tu interior es bastante inquietante. Y lo peor es que los científicos no están seguros de cuáles son los efectos que podría tener en el cuerpo.
Sin embargo, varias de las investigaciones que se han hecho al respecto indican que estos podrían tener consecuencias graves para la salud. Como lo puede ser la liberación de disruptores endocrinos, que pueden causar un desbalance en las hormonas. También pueden elevar los riesgos de cáncer, ya que interactúan con el material genético de las células.
Qué tipos de microplásticos generan las bolsas de té
De acuerdo a esta investigación, se investigaron 3 tipos de bolsas, cada una de diferente material y de ninguna marca en particular. Los materiales que fueron investigados son los siguientes: polipropileno, celulosa y nailon-6. De acuerdo a su investigación, la bolsa de polipropileno libera más de 1,200 millones de partículas por mililitro.
La bolsa de celulosa soltó 135 millones de partículas por mililitro. Finalmente, el nailon-6 libera 8 millones de partículas por mililitro. A pesar de que hay grandes diferencias en cantidad, ninguna de ellas es ideal. A parte de esto, hicieron pruebas sobre cómo estos podrían interactuar con las diferentes células que se encuentran en el intestino. Donde se demostró que la absorción de estas es posible.
A pesar de los resultados, no se ha llegado a una buena conclusión en cómo evitar el consumo de estos. Sin embargo, una de las alternativas que se han sugerido para los amantes del té, son las bolsitas hechas con materiales biodegradables. No solamente evitan el consumo de microplásticos, son buenas para el medio ambiente.
