¡Por fin se rompe la mala racha en Chivas! Gabriel Milito es el nuevo director técnico del Rebaño Sagrado. ¿Será este el cambio que necesitaban para volver a la cima?
Gabriel Milito está feliz, orgulloso y con la camiseta bien puesta. El argentino no se anda con rodeos, dirigir a las Chivas es un honor y lo sabe.

En su presentación, dejó claro que viene con hambre de gloria y con la idea de armar un equipo de verdad, uno que no solo juegue bonito, sino que pelee por el título.
«Estoy muy contento con esta oportunidad. Tengo una gran ilusión de formar un equipo competitivo que pelee por lo más alto», dijo Milito. El exdefensa del Barcelona de Pep Guardiola trae bajo el brazo las ideas de uno de los mejores entrenadores de la historia. Sí, Guardiola es su inspiración y quiere replicar esa filosofía en Guadalajara.
¿Qué lo convenció de aceptar el reto de Chivas?
Milito no se dejó convencer tan fácil. Lo que lo sedujo fue la grandeza del club, su historia, su gente y ese sabor especial que tiene Chivas en el futbol mexicano y latinoamericano. «Sabemos lo grande que es Chivas en México y en toda América Latina. Es un orgullo que confíen en mí para este gran desafío», contó el estratega.
¿Qué estilo de juego propone Milito?
Milito es un obsesivo del fútbol, un perfeccionista total. Le gusta tener la pelota, atacar sin miedo y presionar al rival desde el primer minuto. No importa si juegan en casa o de visita: la idea es ir al frente, proponer, quitarle el balón al rival y buscar el arco. «Queremos atacar todo lo que podamos. Si perdemos la pelota, lo primero es recuperarla. No hay de otra», dice el argentino.
Y ojo, su idea de juego no es solo pasar la pelota por pasarla. A Milito no le gusta la posesión estéril. Si el balón no sirve para atacar, mejor que lo tenga el rival. «Tener la pelota para dominar, sí; para someter, también. Pero si no sabemos qué hacer, mejor que la tenga el otro».
¿Cómo es Milito con sus jugadores?

Milito es cercano, pero no permisivo. Entiende al futbolista, sabe que a veces hay problemas personales y está para ayudar, pero también exige compromiso total.
Si un jugador no ama la profesión, Milito no lo quiere cerca. Así de claro. Además, tiene reglas claras: no celulares en el vestidor antes ni después de los partidos.
«Ese es un momento para el futbolista, para conectar con sus compañeros, no para estar distraído con el teléfono».
¿Qué le dejó su paso por otros equipos?
Milito ya probó suerte en Argentina, Chile y Brasil, y ahora llega a México con una mentalidad clara. Sabe que el reto es grande, pero no se achica. Lo que aprendió de Guardiola —defender mientras se ataca, arriesgar siempre, jugar con valentía— lo trae como bandera. Milito quiere un Chivas que no solo compita, sino que emocione.
¿Podrá revolucionar a las Chivas?
Eso está por verse, pero si algo es seguro es que Milito viene con ideas claras, un estilo definido y las ganas de dejar huella. Su enfoque es simple: un equipo que proponga, que no se achique, que luche cada balón y que se entregue por completo. ¿Será este el cambio que Chivas necesita para volver a la cima?