La Liga MX volvió a prender fuego a la conversación del fin de semana y, como siempre, los Pumas están en medio del relajo. Después de la jugada que terminó con Kevin Mier fracturado, la Comisión Disciplinaria soltó el reporte oficial y, más que cerrar el tema, abrió un nuevo debate con sabor a polémica, intensidad… y claro, dos puntos porque así se siente este caso: directo y sin filtros.
El nombre que tiene a todos discutiendo es Adalberto Carrasquilla, quien se llevó los reflectores pero no por una genialidad futbolera, sino por esa barrida que dejó al arquero de Cruz Azul fuera de la Liguilla y del resto del año. Mientras tanto, la Disciplinaria sacó su comunicado y el humito que salió no fue precisamente de justicia divina.
Carrasquilla necesita un psicólogo que le haga tener serenidad en el terreno y no reaccionar a las provocaciones. Ayer con el pisotón, si solo se queda quieto y dolerse del mismo, era roja seguro. Pero no, el va a soltar una patadita y ahí el árbitro dijo, na' pa' nadie pic.twitter.com/mqCf6szqIu
— 🇵🇦Modesto Villarreal (@Modesto2023) November 14, 2025
¿De verdad el castigo a Carrasquilla refleja lo que pasó en la cancha?
Aquí va lo que muchos ya sospechaban pero igual les va a sorprender: Carrasquilla solo recibió un partido de suspensión… pero no por la jugada de la fractura, sino por acumulación de tarjetas amarillas. Y sí, leíste bien: la sanción no es por la entrada que dejó fuera a Mier.
Durante la victoria de Pumas ante Cruz Azul —la misma donde todos vimos cómo el arquero salió en camilla—, Carrasquilla se barrió para tapar el despeje. No tocó la pelota, pero sí tocó la pierna del colombiano. El resultado: una fractura de tibia que ya ameritó cirugía.
Lo que encendió las redes fue que, aunque el VAR llamó al silbante Fernando Hernández para revisar posible roja, éste decidió mantener la amarilla. Y con esa acumulación llegó la suspensión. Nada más. Nada menos (aunque muchos sienten que fue muchísimo menos).
¿Pumas debería preocuparse por perder a Carrasquilla justo antes del Play Inn?
Aquí es donde la cosa agarra sabor. El castigo, mínimo o no, sí afecta a Pumas en un momento clave. Carrasquilla no jugará el duelo del Play Inn contra Pachuca, en el Estadio Hidalgo. Y ya sabemos cómo se pone ese partido: tenso, trabado, con sabor a eliminación directa aunque todavía no lo sea.
El Play Inn funciona así:
– El ganador sigue vivo y va contra el perdedor entre Tijuana y Juárez.
– El perdedor se va a su casa a ver la Liguilla por la tele.
Así que, aunque la sanción no fue “ejemplar”, sí pega en lo deportivo, justo cuando los universitarios vienen de ganarle a Cruz Azul y tenían buena vibra para seguir avanzando.
¿Defendió alguien a Carrasquilla o lo dejaron solo después del escándalo?
Aquí entra otra vuelta inesperada: desde Panamá levantaron la mano. El técnico de la selección panameña salió a defender a Carrasquilla, asegurando que él no es un jugador violento y que la acción jamás fue intencional.
Su argumento se resume en esto: “Fue un accidente de juego”. Que cada quien lo crea… o no.
Mientras tanto, varios aficionados —principalmente del Cruz Azul— pedían que Carrasquilla fuera inhabilitado hasta que Mier regresara a las canchas. Pero ese escenario nunca estuvo cerca de suceder.
¿Pumas realmente salió “ganando” con la decisión de la Comisión?
La pregunta es inevitable y la respuesta… bueno, depende de qué lado del estadio estés. Para muchos cementeros, la sanción parece una burla. Para la afición universitaria, fue un rasguño administrativo que se veía venir.
Lo cierto es que la Disciplinaria nunca contempló una sanción mayor, porque el árbitro determinó en cancha que era jugada de amarilla, y el VAR no encontró motivos sólidos para cambiarla.
Y sabemos bien que, cuando el árbitro mantiene criterio, la Comisión casi siempre se lava las manos.
¿Cruz Azul realmente quería inhabilitar a Carrasquilla… o todo fue puro ruido?
Aquí viene lo jugoso:
Aunque en redes se hizo viral la idea de que Cruz Azul pediría la inhabilitación, el propio club no hizo esa solicitud.
Víctor Velázquez, presidente de la Máquina, sí fue a la Federación Mexicana de Futbol, pero no para pedir la cabeza de Carrasquilla. Fue a exponer dudas y molestias por el arbitraje, sobre todo porque Mier estará fuera todo lo que resta de 2025 y parte del Clausura 2026.
Es decir: fuertes preocupaciones, sí.
Pedir inhabilitación, no.
¿Carrasquilla podrá reivindicarse con Pumas después del Play Inn?
Ese será el siguiente capítulo. Aunque no juegue contra Pachuca, volverá para el siguiente duelo si los universitarios avanzan. Pero la conversación no terminará ahí, porque este incidente ya marcó su temporada.
A partir de ahora, cada entrada fuerte, cada jugada dividida, cada roce va a generar eco. Y veremos si Carrasquilla puede convertir esta polémica en gasolina para su fútbol… o si el ruido lo termina rebasando.
¿Pumas llega presionado o motivado al Play Inn después del drama?
La realidad es que llegan con una mezcla de las dos cosas: presión porque no quieren que esta polémica les rompa el ritmo; motivación porque vienen de una victoria sólida. Jugar sin Carrasquilla puede complicar la media cancha, pero tampoco es un escenario catastrófico.
El equipo sabe que el Play Inn se juega a muerte, que la Liga MX no perdona errores y que, al final, lo único que importa es ganar para seguir vivos.
Lo que pasó con Carrasquilla muestra nuevamente por qué la Liga MX es un universo aparte: drama, arbitraje polémico, decisiones cuestionadas y un ambiente que nunca deja de arder.
Mientras tanto, Pumas se prepara para un Play Inn que pinta picante y Cruz Azul lidia con la baja más dolorosa del torneo.
Y sí, esto apenas empieza.
