Lo que hace unos meses parecía imposible, hoy está más cerca que nunca: Álvaro Fidalgo, el cerebro del América, decidió decirle “sí” a la Selección Mexicana.
El mediocampista español, que llegó a la Liga MX casi sin reflectores, habría aceptado representar al Tri bajo el mando de Javier Aguirre, con la mira puesta en el Mundial 2026.
Álvaro Fidalgo podría entrenar como invitado con @miseleccionmx en el mes de enero y en marzo ser elegible para el tricolor. Recordar que así pasó con Julián Quiñones. @FOXSportsMX pic.twitter.com/cI7khHdv9M
— Carlos Rodrigo Hernández. 🥑 (@crh_oficial) November 10, 2025
¿Por qué Álvaro Fidalgo cambió de opinión?
Hace apenas medio año, el propio “Maguito” lo había dejado claro: “no me veo en la Selección Mexicana”. Pero las cosas cambian, y en el fútbol mexicano, cambian rápido.
De acuerdo con un reporte de Gibrán Araige para TUDN, el jugador del América dio el visto bueno para unirse al proceso de Javier Aguirre. Su incorporación será gradual, empezando con un microciclo por Centroamérica, donde solo podrá participar en entrenamientos.
El plan del cuerpo técnico es tenerlo listo para la Fecha FIFA de marzo, cuando finalmente podrá ser elegible según los estatutos de FIFA. Si todo sale como se espera, Fidalgo podría debutar oficialmente con el Tri antes del verano.
Y claro, todo esto con un solo objetivo en mente: llegar a la lista definitiva del Mundial 2026, donde México será anfitrión.
¿Qué papel jugará el “Maguito” en la Selección Mexicana?
Javier Aguirre lo tiene claro: necesita futbolistas con cerebro, técnica y visión de juego, justo lo que Fidalgo ofrece. El español no es un jugador de lujo, es el que hace que todo funcione.
Según reportes, su llamado no será inmediato ni forzado; el plan es integrarlo poco a poco, que se empape del entorno del Tri y del estilo de Aguirre.
Carlos Rodrigo Hernández, colaborador de Fox Sports México, explicó que su caso es muy parecido al de Julián Quiñones, quien también cambió de bandera tras años en la Liga MX. Ambos representan una nueva era: jugadores naturalizados que no solo cumplen con los papeles, sino que realmente sienten el fútbol mexicano.
Y ojo, el propio Fidalgo ya demostró compromiso. En entrevistas recientes, reconoció su cariño por México y por el club que lo lanzó al estrellato: “América me lo ha dado todo; aquí crecí como futbolista y como persona”.
¿Desde cuándo Álvaro Fidalgo puede jugar con México?
El “Maguito” se naturalizó mexicano en diciembre de 2024, pero la FIFA es clara: para ser elegible con una nueva selección, el jugador debe cumplir cinco años de residencia continua en el país.
Fidalgo llegó a México en 2021, cuando Santiago Solari lo pidió para reforzar al América. En ese entonces, pocos sabían quién era este mediocampista del Real Madrid Castilla y del Castellón de Segunda División.
Cuatro años después, se convirtió en uno de los pilares del tricampeonato azulcrema, ganando también el Campeón de Campeones y la Supercopa de la Liga MX.
Su historia es la definición de adaptación total: llegó sin cartel y terminó siendo referente de un América dominante. Ahora, con la naturalización completa, su camino hacia el Tri está abierto de par en par.
¿Qué cambió para que Álvaro Fidalgo dijera “sí”?
Todo apunta a que el cambio de mentalidad fue resultado de dos factores: confianza y oportunidad.
Primero, la llegada de Javier Aguirre al banquillo del Tri, un técnico que valora el talento sin importar el pasaporte. Segundo, el propio Fidalgo maduró como jugador y entendió que puede aportar algo distinto.
En mayo, había dicho que no se veía con México “por muchos motivos”. Hoy, esos motivos parecen haber desaparecido.
El deseo de jugar un Mundial 2026, que además se disputará en territorio mexicano, fue determinante. Fidalgo sabe que esta podría ser la oportunidad de su vida: representar a su país adoptivo ante su propia afición.
¿Qué gana la Selección Mexicana con Fidalgo?
Mucho. En un mediocampo que suele sufrir por creatividad y ritmo, Álvaro Fidalgo puede ser ese engrane que conecta todo.
Su visión de campo, su capacidad para romper líneas y su precisión en el pase lo convierten en un jugador diferente al molde tradicional del Tri.
Además, su experiencia en un club exigente como el América le da un plus mental. Está acostumbrado a la presión, a los reflectores y a los partidos que definen títulos.
De hecho, varios analistas ya lo comparan con el tipo de mediocampista que México no ha tenido desde Andrés Guardado en su mejor versión. Y aunque el español no nació aquí, su estilo encaja perfecto con la nueva visión del Tri rumbo al Mundial 2026.
¿Qué opina la afición del América sobre esta decisión?
Las redes sociales se encendieron. Mientras algunos americanistas celebran que uno de los suyos llegue al Tri, otros prefieren que se mantenga enfocado en el club.
Pero hay un consenso: Fidalgo se lo ganó. Con esfuerzo, talento y liderazgo silencioso, el español se ha ganado el respeto del fútbol mexicano.
Incluso sus compañeros en Coapa reconocen su compromiso. “Es un jugador que siempre está al 100%, dentro y fuera de la cancha”, dijo un miembro del cuerpo técnico del América bajo anonimato.
¿Podrá Álvaro Fidalgo llegar al Mundial 2026?
Esa es la gran pregunta.
Todo dependerá de cómo se adapte al sistema de Aguirre y de cómo responda en los primeros llamados. Pero si algo ha demostrado Fidalgo es que no necesita mucho tiempo para brillar.
Su estilo de juego y su inteligencia táctica podrían convertirlo en una pieza clave para la nueva Selección Mexicana, que busca reinventarse después de años de altibajos.
Por ahora, su historia apenas comienza: un español que llegó a probar suerte en la Liga MX, se enamoró del país, se naturalizó mexicano… y ahora sueña con representar al Tri en el escenario más grande del fútbol.
En resumen: ¿una apuesta arriesgada o una decisión acertada?
Lo de Álvaro Fidalgo con la Selección Mexicana es una mezcla de ambas. Arriesgada, porque implica romper paradigmas; acertada, porque el Tri necesita jugadores de su perfil para competir de verdad en el Mundial 2026.
Fidalgo ya dio el primer paso: ahora toca demostrar que puede ser más que un jugador del América… que puede ser uno de los líderes del próximo México.