¡Sí, leíste bien! Carlo Ancelotti, se muda de continente y se convierte nada más y nada menos que en el nuevo entrenador de la Selección de Brasil. Así, sin anestesia, sin tanto preámbulo. La noticia que parecía un rumor se vuelve oficial y nos deja con la boca abierta.
¿Brasil con técnico italiano? Parece chiste, pero es realidad.
¿Qué hace Ancelotti en Brasil?
Lo primero que uno piensa es: ¿cómo terminó Ancelotti en la Verdeamarela? Bueno, no es un movimiento tan loco si lo analizamos con calma. El tipo lo h en Europa. Champions, ligas, copas… ya no le queda mucho por demostrar en clubes. Y Brasil, que anda con sed de gloria desde hace años, necesitaba un cambio radical.
Después del fracaso en Qatar 2022, la Selección brasileña estaba buscando algo distinto, alguien con mano firme, experiencia y cero miedo escénico. Y quién mejor que Don Carlo. Un señor que sabe cómo manejar vestuarios llenos de estrellas sin que se le mueva un pelo.
Del Madrid a la Canarinha
Lo curioso es que Carlo Ancelotti llega a Brasil después de cerrar su etapa con el Real Madrid, donde logro 15 trofeos con el equipo merengue, aunque su recta final no fue del todo grata para muchos, no se puede negar que durante muchos años este director técnico llevo a grandes victorias al Real Madrid. Pero en lugar de tomarse unas vacaciones en la Toscana o dirigir a otro club de élite en europa el tipo se lanza a la aventura sudamericana.
Y sí, es toda una aventura. Brasil no es cualquier selección. Es LA SELECCIÓN. La de Pelé, Ronaldo, Ronaldinho, y Neymar. La de cinco estrellas mundiales. Y ahora, la de un italiano con acento calmado, mirada serena y cerebro táctico de élite.
Y aunque a Brasil en los últimos años no a podido volver a brillar parece ser que este director técnico es una esperanza en la selección.
Como todo en el fútbol, las opiniones están divididas. Algunos están eufóricos. Otros, confundidos. Y unos cuantos, escépticos. Que si no conoce el fútbol sudamericano, que si no habla portugués (spoiler: ya lo está aprendiendo), que si va a poder lidiar con la presión…
Pero los más optimistas ven en Ancelotti una oportunidad de oro. Su experiencia, su calma en los momentos de crisis, y sobre todo, su capacidad para sacar lo mejor de sus jugadores, podrían ser justo lo que Brasil necesita para volver a levantar una Copa del Mundo.
¿Y los jugadores?
Según fuentes cercanas (y también según los likes en Instagram), los jugadores parecen estar contentos con la decisión, todos lo conocen bien del Madrid y lo respetan a morir. Y eso es una ventaja brutal. Porque si alguien sabe cómo llevar un vestuario con egos, talento y juventud, ese es Ancelotti.
Además, hay que decirlo: el tipo tiene un carisma especial. No grita, no gesticula, no busca ser protagonista. Él trabaja en silencio, con elegancia y efectividad. Como el buen café italiano.
¿Qué podemos esperar de su Brasil?
Ahora viene la gran pregunta: ¿Cómo será el Brasil de Ancelotti?
Podemos esperar orden, estrategia, equilibrio. Nada de locuras. Y sobre todo, un equipo que sepa competir con cabeza fría en los momentos clave, justo donde Brasil ha fallado últimamente.
Ancelotti no va a querer reinventar la rueda, pero sí darle a la Canarinha ese toque europeo de control que, combinado con el talento natural brasileño, puede ser letal.
El camino hacia el Mundial 2026
El gran objetivo, por supuesto, es el Mundial de 2026. Brasil quiere su sexta estrella y lleva demasiado tiempo con la espinita clavada. Desde Corea-Japón 2002 que no levanta la Copa, y la afición ya está impaciente.
Con Ancelotti al mando, el camino parece prometedor, aunque no fácil. Las eliminatorias sudamericanas son una jungla, y el torneo en Norteamérica será una prueba de fuego. Pero si hay alguien con la experiencia, los nervios de acero y la cabeza fría para manejarlo, es él.
¿Es Carlo Ancelotti el técnico ideal para Brasil?
No hay respuesta definitiva. Lo que sí sabemos es que es una apuesta valiente, diferente, y hasta refrescante. Porque en un mundo donde muchos seleccionadores se repiten como disco rayado, Brasil decidió pensar fuera de la caja y apostarle a uno de los técnicos más ganadores del siglo.
Y eso ya es decir mucho.
