Aún se podría revertir la reforma al Poder Judicial en México: Pedro Haces sería el culpable

En un golpe de suerte, la oposición en México tiene la posibilidad de derrotar al oficialismo en su misma cancha.

Si el Partido Acción Nacional (PAN), el Revolucionario Institucional (PRI) y Movimiento ciudadano se ponen las pilas, podrían echar abajo la llamada «supremacía constitucional» aprobada en tiempo récord por Morena y sus aliados (PT y Verde), y frenar la reforma al Poder Judicial.

Puntos Clave

  • Pedro Haces es líder del partido Fuerza por México y del CATEM, un sindicato obrero muy fuerte, como en la época de Fidel Velázquez.
  • Haces reconoció que no estuvo presente en la votación de la supremacía constitucional, pero sí votó.
  • El reglamento interno prohibe que los legisladores ausentes voten a distancia en el caso de modificaciones al orden constitucional de México.

¿Qué pasó?

El senador Pedro Haces, afín al oficialismo, presumió en sus redes sociales haber votado a favor de la reforma de supremacía constitucional, que busca evitar que haya amparos, impugnaciones o controversias constitucionales en contra de las reformas que el Poder Legislativo mexicano haga a la carta magna.

Esta propuesta, avalada por mayoría absoluta, tiene dedicatoria: buscaba evitar que la Suprema Corte de Justicia de la Nación sesionara el próximo martes 5 de noviembre para declarar inconstitucional la reforma al Poder Judicial.

Por iniciativa de Adán Augusto López, ex secretario de gobernación de Andrés Manuel López Obrador, se puso a consideración esta reforma -claramente dedicada a evitar la maniobra del Poder Judicial-, y fue votada el pasado miércoles 30 de octubre.

En menos de 24 horas se obtuvo la aprobación por parte de los congresos de 17 estados -como marca la norma- y se ordenó en el Senado su promulgación en el Diario Oficial de la Federación (DOF).

Todo bien, hasta que alguien supo que Pedro Haces no estuvo presente, aunque sí voto.

Tras ser cuestionado, el legislador reconoció que no estuvo presente en la sesión, y que por tanto no podría haber votado a distancia, pues el reglamento del Senado prohibe la votación a distancia cuando se discuten reformas a la Constitución Mexicana.

Ahora a la oposición le queda el recurso de hacer un escándalo de proporciones bíblicas, alegando que estuvo amañada la votación, y con eso intentar echarla abajo.

Así, los tiempos legislativos no alcanzarían para reponer todo el procedimiento (votación en Cámara de Diputados, turno al Senado, envío a los congresos estatales, aprobación por al menos 17 de ellos, dictaminación en el Senado y publicación en el DOF), con lo que la Suprema Corte podría sesionar sin que hubiera un impedimento legal para echar abajo la reforma en materia de impartición de justicia.

¿Lograrán hacerlo?

Lo más probable es que no.

De entrada, porque la decisión de echar abajo la votación recaería en la Presidencia del Senado -encabezado por el oficialista Gerardo Fernández Noroña-, quien tendría la posibilidad de simplemente multar a Haces por violar el reglamento interno.

Sin embargo, de documentar el proceso -donde se abre la posibilidad de que más legisladores oficialistas hayan recurrido a este tipo de mentiras-, los partidos opositores estarían en posibilidad de controlar la narrativa de lo ocurrido, así como recurrir a instancias internacionales pidiendo intermediación.

No obstante, ni los liderazgos de los tres partidos opositores, ni ningún legislador federal, parecen haber caído en cuenta de la oportunidad de oro que les regaló el senador Haces para frenar la reforma al Poder Judicial que tanto han criticado.

Y tú, ¿piensas que debería echarse abajo la reforma al Poder Judicial? Cuéntanos en los comentarios.

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