Rusia ha aprobado una ley que prohíbe la propaganda a favor de un estilo de vida sin hijos, argumentando que busca proteger los valores tradicionales y combatir la despoblación.
Mientras el mundo supera los 8,000 millones de habitantes, uno de los países más grandes del mundo apunta a que todavía cabemos más personas en la Tierra.
Puntos clave
- El gobierno ruso es uno de los más estrictos del mundo.
- A diferencia de países como China, donde se prohíbe superar la cantidad de hijos aprobada por el gobierno, a Rusia le preocupa quedarse sin gente.
- Hay países que han elegido incentivar con apoyos gubernamentales a quienes decidan iniciar una familia.
¿Qué implica no la propaganda en contra de la familia?
Tras la decisión, el gobierno de Vladimir Putin también ha anunciado las sanciones a quienes insistan en perjudicar la natalidad.
Las multas por infracción alcanzan hasta 51 mil dólares para empresas.
La tasa de fertilidad en Rusia ha caído a 1.45 hijos por mujer, muy por debajo del nivel necesario para mantener la población.
Esta medida ha sido criticada por limitar la libertad individual y podría estigmatizar a quienes no tienen hijos.
Pero no es la única en su tipo.
Medidas en otros países
En China, el gobierno ha ajustado sus políticas de control de natalidad, pasando de una estricta política de hijo único a permitir hasta tres hijos por familia desde 2021, debido al envejecimiento de su población y la baja tasa de natalidad.
Japón, por su parte, enfrenta un desafío demográfico similar con una baja natalidad persistente. Ha implementado incentivos financieros y apoyos sociales para fomentar la maternidad, como subsidios por hijos y ampliación de licencias de maternidad y paternidad.
En contraste, algunos países europeos, como Italia, también han incentivado la natalidad ofreciendo ayudas económicas para familias con hijos, pero enfrentan problemas similares de envejecimiento poblacional.
Otros, como Francia, han tenido políticas de apoyo familiar durante décadas, lo que ha mantenido una tasa de natalidad más alta en comparación con otros países europeos.
Esta tendencia refleja cómo diversas naciones están adaptando sus políticas de natalidad según sus realidades demográficas y socioeconómicas.
En Latinoamérica no existen casos donde el gobierno haya tenido injerencia en la natalidad -ni a favor, ni en contra-, aunque la tendencia global es que cada vez sea más frecuente tomar medidas ante la sobrepoblación y la escasez de recursos.
Y tú, ¿piensas que los gobiernos deberían decidir cuántos hijos debes tener? Cuéntanos en los comentarios.