Te invitamos a descubrir junto a Karla Hernández el Misterioso Placer que impulsaba a uno de los asesinos más sanguinarios de México en este episodio.
¿Por qué volverías a un lugar donde sabes que te van a matar?
Esta es la historia de José Rodrigo Aréchiga Gamboa, aunque el mundo lo conoce como “El Chino Ántrax”, sicario del cártel de Sinaloa, influencer en las redes sociales y asesino sanguinario.
El Chino nació en una familia de clase media, nunca sufrió de hambre y hasta algunos dirían que era privilegiado. Durante esos años conocería a uno de sus grandes amigos de la infancia: Vicente Zambada Niebla.
Pero esa amistad no lo llevó al mal camino, al menos no de inmediato.
Primero quería ser piloto para la Fuerza Aérea Mexicana, pero una condición de la piel llamada psoriasis, hizo que fuera rechazado
Esto lo llevó a intentar cumplir otro de sus sueños: el de convertirse en arquitecto. Logró cursar 3 años en la carrera, tiempo en el que formó una familia y, la responsabilidad de tener una hija, lo llevó a buscar empleo.
Después se volvería taquero, aunque otros juran que abrió un puesto de hamburguesas. De cualquier manera, intentó ganarse la vida de manera honrada, pero eso no le daba para mantener a su familia
Con sus sueños frustrados y con las responsabilidades de la familia sobre él, decidió contactar a su amigo de la infancia, el hijo del Mayo Zambada.
Ese día nació la bestia que bañó de sangre a México. Pronto adquirió cierta fama por su manera de trabajar.
Era inteligente y eficiente, primero como encargado con “recaditos” menores, pero las cosas pronto se volvieron sangrientas.
El nombre de Ántrax proviene del nombre de una enfermedad y la bacteria que la causa. Esta es conocida por ser letal y por su uso como un arma biológica: de ahí tomaron su nombre el sicario y su grupo, Los ántrax.
Este grupo primero tendría las funciones de escolta, pero sus responsabilidades crecieron como lo hizo la violencia en México.
El ejemplo de sus operaciones es la del asesinato de Francisco Rafael Arellano Felix, quien durante una fiesta fue asesinado por una figura misteriosa.
Entre los invitados y la fuerte seguridad, se encontraba un payaso solitario del cual nadie sospechó. Un error fatal.
Cuando éste disparó 6 veces sobre el hermano mayor de los Arellano Felix. El caos rápidamente se apoderó del evento, dándole la oportunidad al sicario de escapar.
La creencia popular es que el Chino Ántrax personalmente realizó el ataque, lo que daría origen al corrido “La gracia del payaso”.
La mayoría de las personas hoy conoce al Chino por corridos como “Comandante Antrax” y “Recuerdos del R”, canciones que se inspiraron en su obsesión por ser el sicario de las redes sociales.
Ahora mismo puedes ir a ver su cuenta de Instagram, la que le costó la libertad. Ahí está aún su historial de extravagancia, fotos con armas, carros, de vacaciones, con alcohol, y con Paris Hilton, quien dice la creencia popular que fue su novia…
Las fotos oscurecen la cara, pero se le puede ver con el inconfundible símbolo que lo destaca: Un anillo dorado de una calavera, que es tan icónico que sería pieza clave en su captura y arresto.
Fue por esto que se volvió el centro de atención para las autoridades de los Estados Unidos. En una operación en conjunto con las autoridades de Holanda consiguieron su captura en diciembre de 2013.
Gracias a su cuenta de Instagram pudieron rastrear sus movimientos y con su anillo pudieron verificar su identidad.
Al final fue el dinero y el lujo que buscaba presumir, lo que le costó todo.
El Chino perdió más que sus posesiones y la libertad: Admitió a las autoridades de su parte en el tráfico de drogas hacia Estados Unidos usando pollos congelados, y a cambio de una sentencia reducida delató a todos los miembros del cártel.
Después el caso solo se vuelve más extraño. Una vez terminó su condena en prisión, en 2020, continuó su vida como testigo protegido.
Cosa que no cumplió: sorpresivamente se escapó, regresando a México, específicamente a Culiacán, para vivir con su hermana y su esposo.
¿Qué pudo llevar al Chino a tomar tal decisión?
Sabía que no sería bienvenido en México, que sería perseguido por la justicia hasta el resto de sus días, que al involucrar a su hermana ella compartiría el mismo destino que él. Esta decisión es tan alocada, que muchos no pueden aceptarla, y creen que él tenía algún tipo de acuerdo: fingir su muerte para obtener su libertad.
El Chino, que por tanto tiempo estuvo dentro del ciclo de violencia criminal, debió saber lo que iba a suceder. Quizás, fue el autor de asesinatos similares al suyo. Pero sea como fuese, este fue su final:
Durante una cálida noche de Mayo en 2020, ocultos en la oscuridad, un grupo de sicarios se acercaron a la residencia donde se alojaba el chino.
Lo que sigue no es perfectamente claro, pero hubo una balacera, una particularmente violenta que se extendió casi hasta el amanecer. La leyenda urbana dice que los recibió como Tony Montana en “Scarface”, con un arma automática para repeler la agresión.
Sin importar lo que haya ocurrido, terminó en tragedia.
En un camino de terracería abandonado estaba un carro de lujo abandonado.
El cuerpo mostraba claras señales de tortura, al igual que los cuerpos de los otros desaparecidos. Bajo el terrible calor del norte, solo nos podemos imaginar el horror de los cuerpos en descomposición, la sangre acumulandose en el piso.
Un final que no le deseas ni a tu peor enemigo… A no ser que seas sicario, porque este horror se convierte en tu día a día.
El Chino Ántrax hoy sigue viviendo a través de corridos, sus viejas publicaciones de instagram y sus seguidores, quienes lamentablemente lo ven como ejemplo de superación y no como lección de castigo.
Al Chino le tocó vivir las terribles consecuencias de alguien que disfrutaba el Misterioso Placer de ser el sicario más sanguinario de México.